sábado, junio 17

Tren... Vida....

Un día, leí un texto que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada.
Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.
Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas, que nos harán conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres.
Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajaran para no volver a subir más. Quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afecto. Pero a pesar de esto, nuestro viaje deberá continuar; conoceremos otras interesantes personas durante la larga travesía, entre ellos nuestros hermanos, amigos y amores.
Muchos de ellos solo realizaran un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado, compartiendo alegrías y tristezas.
En el tren, también viajaran personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite.
Muchos se bajaran y dejaran recuerdos imborrables. Otros, en cambio, viajaran ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados.
Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos deciden sentarse alejados de nosotros, en otros vagones.
Eso nos obliga a realizar el viaje separados de ellos. Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con alguna dificultad, acercarnos a ellos.
Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca… no podremos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que los acompañan.
Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas.
Sabemos que este tren solo realiza un viaje, el de ida.
Tratemos, entonces, de viajar lo mejor posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando lo mejor de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entender eso.
A nosotros también nos ocurrirá lo mismo; seguramente alguien nos entenderá y ayudará.
El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cual estación nos tocara descender.
Pienso: cuando tenga que bajarme del tren ¿sentiré añoranzas? Mi respuesta es SÍ; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste.
Separarme de los amores de mi vida, será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.
Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.
Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas.
Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando… ¿quien subirá? ¿Quién será? …
Me gustaría que TÚ pensases que el desembarcar del tren, no es solo una representación de la muerte o el término de una historia que dos personas construyeron y que por motivos íntimos dejaron desmoronar.
Estoy feliz de ver como ciertas personas, como nosotros, tienen la capacidad de reconstruir para volver a empezar, eso es señal de lucha y garra, y saber vivir es poder obtener lo mejor de todos los pasajeros.
Agradezco a DIOS, porque estemos realizando este viaje juntos y, a pesar de que a veces nuestros asientos no estén juntos, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos.
A ti, que estas leyendo, te dejo un abrazo enorme, que tengas un gran día y gracias por acompañarme en este viaje…!!!
Chick faced lioness

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Rugido por Leoncita A Las 10:16 p. m. | 8 Filetes De Entrecot

8 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Me gustan tus reflexiones, me agradan esas idesas que de una forma tan especial expresas, pero lo mejor de todo es la gran persona y mujer que reflejan.

No importa cuan desaparecida esté, ni cuan lejos me vaya, siempre tendré un lugar para ti ... ya ves, que sin quererlo pudiste "descubrirme".

Un abrazo inmenso, eres bienvenida con el cariño de siempre.

Tu InterComadre

1:47 a. m.

 
Blogger Campios dijo...

Me encanto el post... una excelente analogía a la vida. Creo que lo leí en justo en el momento que lo necesitaba más.

Un beso

2:00 p. m.

 
Blogger Isa dijo...

hola!

ese texto me ha llegado varias veces en mails forwards, que para variar los borro todo el tiempo, pero una vez lo leí, supongo que por tincadas o algún momento emotivo especial, en realidad ahí me quería bajar del tren

un abrazote

6:16 p. m.

 
Blogger Pablillous dijo...

Feliz de acompañarte en el tren!
me dejaste pensando en los pasajeros que ocupan un asiento y no hacen una diferencia..

abrazos

10:23 p. m.

 
Blogger P dijo...

Yo amo andar en tren.

Yo no entiendo qué hago vivo.

Los compañeros que no hacen la diferencia eh. Me gustó también.

P

11:42 p. m.

 
Blogger Luis Fernando dijo...

linda analogía, la había leído en otra parte pero me gusto mucho más aquí, en tu blog le puse más atención .....no sé por que pero la acompañé todo el tiempo con un tema de path methany...últimamente ando musical...besos

2:56 a. m.

 
Blogger LaRomané dijo...

Leí esta historia hace un buen tiempo..y haciendo la actuañlización con mi vida reciente puedo decir que pocos se han bajado de mi tren, y los que lo han hecho, lo han hecho por voluntad propia. Pocos han sido bajados a la fuerza. Siguen arriba todos aquellos seres que son importantes para mi. Cada día suben nuevos pasajeros.

Cariños
x0x0x0x
LaRomané

4:05 p. m.

 
Blogger Niña Incógnita dijo...

Qué lindo texto, y es muy cierto. Estoy segura que habrá una estación principal donde nos encontremos todos de nuevo.
Saludos!!

9:55 p. m.

 

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