sábado, noviembre 19

Un buen texto ... o pedazos de el

Me llego un archivo DOC de una buena amiga lo escribió un psicólogo ... me encanto lo que decía, como nos aferramos a emociones, sensaciones, personas ... a todo ... para mi uno llega solo a este mundo y solo se ira, las personas te acompañan para crecer, para compartir el cariño ... pero no para poseerlas o adjudicarlas como otro archivo mas de tu PC...si no que para aprender de tu experiencias con ellas, para lograr enfrentar tus miedos, para poder entregar amor y también y lo mas importante... estar ahí para ellas ... porque así es el vinculo con las personas que tienes cerca ... "apoyarlas" en los dolores, entregarles tu compañía...
Bue aquí va el pedacito de texto:
He visto al fuego como el ejecutor de la muerte necesaria de lo viejo, de las cosas que a veces no queremos dejar ir, de aquellos aspectos de la vida a los que nos aferramos, como un recién nacido que no está seguro de dónde está su mamá, apretando su mano a la de alguien más, porque esa mano es lo único que le hace sentir cerca de su madre. Así, el fuego nos lleva a abrir las manos, a dejar ir, no porque queramos, sino porque no tenemos otra alternativa, después de luchar por mantener a aquellos que amamos con nosotros. Abrazando de una forma que no deja lugar para escapar, abrazando con tal fuerza que duele, pero que al mismo tiempo nos ayuda a sentirnos a salvo, como si esa persona o ese aspecto nos ayudara a sentirnos completos, en paz, en armonía. Y así nos adentramos en el fuego purificador que lo consume todo, y nos liberamos. La liberación nos envuelve, la espada del fuego nos toca en la frente dejándonos saber que sin importar la fuerza de la mano, el bebé en nosotros tiene que soltarla. No es algo que podamos elegir, es asunto de vida o muerte, del día y de la noche, de abrir y cerrar, como si fueran distintos. Incluso así, con la liberación viene la síntesis, y aceptamos la comunión de las polaridades, la unión de los extremos, el matrimonio de aquello que ha estado separado. Y así vemos la luz de un nuevo camino, la luz del fuego. Es necesario conocer el proceso, tener determinación, valor, amor a la vida, sabiduría, deseo de vencer obstáculos, aceptación de que es posible que debamos comenzar de nuevo en una dirección completamente distinta, y muchas otras cualidades similares. Una sobresale, y eso se reconoce como paciencia. Sin ella, lo demás pierde significado. Se convierte en algo sin valor. Y lo curioso es que con paciencia, que de alguna forma se puede definir como la voluntad de esperar por el momento preciso, en vez de hacerlo cuando queremos, las cosas parecen moverse más rápido, y también, en la dirección adecuada. Por lo tanto, no tenemos que realizar la misma acción una y otra vez. De alguna manera, debido a que el momento es el oportuno y la energía es la apropiada, las cosas parecen estar en un carril especial, en una pista especialmente diseñada para nosotros, como una vestimenta hecha a la medida por un sastre, con nuestras especificaciones. En ese momento, sabemos que estamos viajando a la velocidad de la vida. A propósito, se relaciona con la teoría de la relatividad de Einstein, ya que estamos a una velocidad cero, a pesar de ir muy rápido, cuando usamos, como en este caso, la vida como un punto de referencia. Ese momento, cuando hemos aceptado el fuego interior, lo podemos describir como un dulce arcoiris en medio de la primavera.

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Rugido por Leoncita A Las 8:40 p. m. | 3 Filetes De Entrecot

3 Comments:

Blogger Pablillous dijo...

hay cosas que parecen simples..sin embargo no las vemos o entendemos..


abrazos

1:23 a. m.

 
Blogger Pablillous dijo...

oye no puede comentar?

2:21 a. m.

 
Blogger LaRomané dijo...

Hola, Leoncita!!!
Hay tantas verdades en ese texto.
El calor, el fuego... no hay como sentir el calor de la persona a la que amas a tu lado...el fuego de la pasión, calor de hogar, tantos conceptos relativos a la misma palabra.

x0x0x0x0
Besitos
Romané

PD: Gracias por tus visitas.

7:54 p. m.

 

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